Dios Madre, Jerusalén celestial

Dios comparó a Dios Madre con la Jerusalén celestial. Porque como Jerusalén era una patria para los judíos, Dios Madre, la Madre celestial, es nuestra añorada y eterna patria, a cuyo seno debemos regresar.

Gálatas 4:26 “Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.” 

La Biblia nos enseña que existe Dios Madre, la Madre celestial que es comparada con la Jerusalén celestial. Sin embargo, los que difaman a la Iglesia de Dios que cree  no solo en Dios Padre, sino también en Dios Madre, insisten en que la “Madre” en Gálatas capítulo 4 es una nación. ¿No existe la Madre celestial? ¿Su insistencia es correcta? ¿O realmente exsiste Dios Madre? Averigüemos sobre esto.

La Biblia usa muchas parábolas y expresiones simbólicas

Podemos encontrar muchas parábolas y expresiones simbólicas en la Biblia, que fueron usadas para dar a conocer solo a sus hijos el secreto de Dios, y para revelar su voluntad a través de las propiedades y características de estas expresiones simbólicas.

Mateo 13:10-11 “Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.”

Por ejemplo, podemos ver que Jesús es comparado con un cordero para mostrar que los pecados de muchos son perdonados por medio de su sacrificio, así como los pecados de los israelitas eran perdonados mediante el sacrificio de un cordero en los tiempos del Antiguo Testamento.

Asimismo, Dios comparó a Dios Madre con la Jerusalén celestial para ayudarnos a comprender que así como la Jerusalén era la patria en el corazón de los israelitas y el lugar para encontrar a Dios y recibir sus bendiciones, Dios Madre es nuestra eterna patria y la fuente de las bendiciones. Sin embargo, aquellos que no entienden esta enseñanza bíblica insisten en que la Jerusalén celestial indica al reino celestial y no a Dios Madre. Veamos cuán equivocada es su insistencia.

 Insistencia de los difamadores contra la Iglesia de Dios

Si resumimos Gálatas capítulo 4:

  1. Agar representa a la Jerusalén actual, que simboliza el antiguo pacto, y sus hijos sirven como esclavos,
  2. Sara, la Jerusalén celestial, simboliza el nuevo pacto, y sus hijos son libres.

Dado que nosotros, que éramos esclavos bajo la ley, nos convertimos en herederos del reino de los cielos después de la venida de Cristo, el apóstol Pablo dijo que “la Jerusalén celestial es nuestra madre”. Esto significa que “la Jerusalén celestial” quien está escrito como “nuestra madre” en Gálatas capítulo 4, es solo una “nación” a la que eventualmente iremos. Hay un ejemplo bíblico en el que Dios describe una “nación” como la “madre”, por lo que no existe la madre celestial.

2 Samuel 20:19 “Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová?”

Oseas 4:5 “Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré.”

La Jerusalén celestial simboliza a nuestra Madre, Dios Madre

Es cierto que la Jerusalén celestial a donde regresaremos indica un lugar en sí, y la Biblia también lo testifica con claridad.

Hebreos 12:22-24 “sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.”

Sin embargo, ¿esto significa que no existe la Madre celestial? No. Por ejemplo, si alguien dice “mi patria es mi madre”, ¿significa que esa persona tiene solo una patria, y no tiene su madre? ¿Acaso no fue posible expresar su patria así porque su madre existe? De la misma manera, la Biblia da testimonio de la existencia de la Jerusalén celestial que simboliza a nuestra Madre espiritual. Su insistencia no es más que una conclusión impetuosa que surgió de su comprensión parcial de la Biblia.

Una contradicción ocurre cuando la consideramos solamente como el reino de los cielos

Además, si interpretamos a la Jerusalén celestial solamente como el reino celestial, se presentan muchos errores. La Biblia dice que el nombre del templo de la Jerusalén celestial se dará al pueblo de Dios. ¿Qué clase de nombre tiene el reino de los cielos que se nos dará?

Apocalipsis 3:12 “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.”

Apocalipsis 21:2 “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.”

Según su insistencia, el reino celestial debe descender a esta tierra. ¿Realmente descenderá a esta tierra? Así es como está escrito en la Biblia sobre el mundo que vendrá después del último desastre:

Isaías 24: 1-3 “He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra.”

Según su insistencia, ¿esto significa que esta tierra desolada se convierte en el reino celestial? Si el reino celestial desciende a esta tierra, ¿el cielo estará vacío? Si interpretamos la Jerusalén celestial como el reino de los cielos de acuerdo con su insistencia, se creará una contradicción. Debemos entender el hecho de que el templo de la Jerusalén celestial no solo indica un lugar en sí, sino que también simboliza a nuestra Madre celestial.

Evidencia de la existencia de Dios Madre en Génesis y Apocalipsis

En Génesis 1, Dios se refirió a sí mismo como “hagamos” y “nuestra” cuando creaba al hombre, porque Dios Padre y Dios Madre juntos crearon al hombre a sus imágenes.

Ellos están atrapados en la idea fija de que solo existe Dios Padre, y aunque Dios describe fácilmente a nuestra Madre celestial, tratan de interpretarlo y comprenderlo de una manera distinta. No obstante, Dios dijo que “varón y hembra” fueron creados a su imagen, y a través de sus palabras nos reveló claramente la existencia de Dios Madre.

 Génesis 1:26-27 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

Jesús le mostró al apóstol Pablo una revelación para que escribiera sobre la Jerusalén celestial que simboliza a “nuestra Madre”.

Gálatas 1:12 “Pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.”

Gálatas 4:26 “Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.”

Por otro lado, Dios le dio al apóstol Juan una revelación para mostrar que la Esposa simbolizada como la Jerusalén celestial nos dará el agua de la vida en el futuro.

Apocalipsis 19:7 “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.”

Apocalipsis 21:9-10 “Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios.”

Apocalipsis 22:17 “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

Solo Dios puede darnos el agua de la vida

Así, la Jerusalén celestial, la Esposa que es descrita como la esposa del Cordero, es quien da el agua de la vida a toda la humanidad. ¿Van a insistir en que también es el reino celestial la Esposa que da el agua de la vida? La Biblia claramente nos enseña que únicamente Dios, el alfa y la omega, puede darnos el agua de la vida.

Apocalipsis 21:6 “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”

Entonces, ¿cómo nos da el agua de la vida la Esposa, la Jerusalén celestial, que aparece junto con el Espíritu? Podemos entenderlo al examinar cómo Jesús vino hace dos mil años a dar el agua de la vida a la humanidad. En su primera venida, Jesús vino como el novio del banquete de bodas celestial y dijo que todos los sedientos recibieran el agua de la vida.

Juan 7:37-38 “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”

En esta última época, el Espíritu y la Esposa, Dios Padre y Dios Madre, nos dan el agua de la vida viniendo en la carne

¿Cómo apareció Jesús y les dio el agua de la vida? Jesús dejó toda su gloria celestial y vino en cuerpo para cumplir su obra del evangelio de tres años. Incluso en estos últimos días, el Espíritu, el novio del banquete de bodas celestial, está invitando a las almas sedientas junto con su Esposa, diciendo: “Ven”, para que reciban el agua de la vida gratuitamente. Lo mismo sucede repetidamente. Entonces, ¿en qué forma vendrán el Espíritu y la Esposa para darnos el agua de la vida? Obviamente, vendrán en la carne dejando toda la gloria celestial para darnos el agua de la vida a través de su obra del evangelio. Es decir, la “Esposa” que es simbolizada como la Jerusalén celestial, es la Salvadora que viene en la carne. Por lo tanto, la “madre” simbolizada como la “Jerusalén celestial” en Gálatas capítulo 4 versículo 26, es la esposa de nuestro Padre celestial, que claramente es nuestra Madre celestial quien tiene la autoridad de darnos el agua de la vida, la vida eterna.

No es más que una falsa insistencia creada por los externos al nuevo pacto

Es muy natural para ellos insistir en esto sin comprender a la Madre celestial, el misterio de la Biblia, porque no guardan la verdad del nuevo pacto. Esto significa que nunca pueden entender correctamente a Dios. La Biblia claramente profetiza que solo los que guardan la ley del nuevo pacto son el pueblo de Dios, y que son los únicos que pueden comprender a Dios. Por lo tanto, su insistencia es solamente una suposición sin sentido que hicieron sin entender por completo quién es Dios.

La Biblia testifica que solo los que guardan el nuevo pacto pueden conocer a Dios.

Jeremías 31:31-34 “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. […] Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”

Además, está testificado que solo Cristo en su segunda venida, la raíz de David, puede interpretar completamente la Biblia y enseñárnosla.

Apocalipsis 5:1-5 “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

Cristo en su segunda venida Ahnsahnghong mismo dio testimonio de Dios Madre

Ya que Cristo Ahnsahnghong, Jesús en su segunda venida, personalmente dio testimonio de nuestra Madre Jerusalén, ¿necesitamos más evidencia? Hasta ahora, hemos examinado a través de muchas evidencias bíblicas por qué la Jerusalén de Gálatas capítulo 4 indica a nuestra Dios Madre. Deje de escuchar a las personas que no comprenden las palabras de Dios, que están escritas en parábolas y símbolos, y que no guardan el nuevo pacto. Prestemos atención a la verdad que el Salvador y la raíz de David, Cristo Ahnsahnghong, nos ha enseñado y alcancemos la salvación siguiendo a Dios Madre hasta el final.

Cristo Ahnsahnghong interpretó perfectamente la profecía de las siete iglesias
La Esposa mencionada junto con el Espíritu en Apocalipsis 22, es Dios Madre
 

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