Bautizarse de nuevo

El apóstol Pablo pidió a la gente que se bautizara de nuevo.
¿Cuál fue la razón?

El primer paso hacia la salvación comienza con el bautismo. Así como Jesús murió por nuestros pecados, fue puesto en el sepulcro y resucitó, el bautismo es una ceremonia a través de la cual podemos nacer de nuevo, al sepultar nuestros pecados en el agua, y participar en los sufrimientos de Cristo, confesando nuestros pecados. En pocas palabras, es una ceremonia para limpiarnos de nuestros pecados.

Colosenses 2:12  “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.”

1 Pedro 3:21 “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,” 

En este sentido, el bautismo es una ceremonia importante en la que todo creyente fiel debe participar. Ya que el bautismo está estrechamente relacionado con la salvación, es importante dónde nos bautizamos y en el nombre de quién nos bautizamos. Sin embargo, hay personas que preguntan: “¿Por qué debemos bautizarnos de nuevo si ya fuimos bautizados en otra iglesia?” La razón principal de participar en esta ceremonia es recibir el perdón de los pecados, el cual se concede a través del nombre del Salvador de la época específica (1 Jn. 2:12, Hch. 10:43). Así que obviamente debemos ser bautizados en el nombre del Salvador de esta época, la del Espíritu Santo, para recibir el perdón de los pecados.

Sin embargo, la mayoría de las personas no conocen el nombre del Salvador y no han sido bautizadas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, sino solo por sus títulos. Esto significa que no han recibido el bautismo para el perdón de los pecados. Hace dos mil años, Jesús mismo enseñó que debemos ser bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. La razón es que el pueblo de Dios debe conocer el nombre del Salvador de cada época (Éx. 9:16, Sal. 9:10, Is. 52:6, Mr. 13:13).

Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”

Incluso hace dos mil años, en la época de la iglesia primitiva, los judíos que ya habían sido bautizados por Juan, fueron bautizados de nuevo en el nombre de Jesús, el Salvador.

Hechos 19:3-5  “Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.” 

El apóstol Pablo aconsejó a los que ya habían sido bautizados, que se bautizaran de nuevo, porque el bautismo de Juan no tenía la promesa de la salvación. El perdón de los pecados solo estaba garantizado en el nombre del salvador de esa época. Esta es la razón por la que fueron bautizados de nuevo en el nombre de Jesús, el Salvador de la época del Hijo.

Sin embargo, Jesús testificó que habría otro Salvador en la última época, la del Espíritu Santo, y el apóstol Juan profetizó que el Salvador de la época del Espíritu Santo, Cristo en su segunda venida, vendría con un nombre nuevo.

Juan 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Apocalipsis 2:17 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” 

Entonces, ¿en qué nombre debemos ser bautizados para recibir el perdón de los pecados y la salvación? ¿En el nombre de Jesús o en el “nombre nuevo”? Así como hace dos mil años los judíos fueron bautizados de nuevo en el nombre de Jesús, debemos bautizarnos de nuevo en el nombre nuevo, el Salvador de esta época que vino a esta tierra con la autoridad para darnos el perdón de los pecados.

El bautismo de las iglesias donde no existe la verdad de Dios, no puede ser la señal de la verdadera salvación. El bautismo es el primer paso para nosotros, los pecadores del cielo, a fin de recibir el perdón de los pecados y entrar en el eterno reino de los cielos, el cual debe llevarse a cabo según la manera de Dios. Si usted realmente desea recibir la promesa de la salvación, debe ser bautizado de nuevo en la iglesia que tiene la verdad de Dios.