
Dios vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. En la Biblia está escrito que nos perdimos del cielo por haber cometido pecados allí. Ahora es tiempo de regresar a Dios.
Propósito de la venida de Dios a la tierra
Jesús nos dijo que Él vino a esta tierra para buscar y salvar lo que se había perdido. Esta palabra nos muestra el propósito de la venida de Dios. Entonces, ¿a quién se refiere lo que se había perdido? ¿Y por qué Dios mismo tenía que venir a esta tierra? ¡Qué preciosos son ellos para Dios!
¿Cuántas cosas perdemos en la vida? Desde pequeños botones hasta monedas de nuestros bolsillos, documentos de identidad, teléfonos móviles, carteras y billeteras. Con frecuencia perdemos muchas cosas en nuestra vida cotidiana sea cual sea su tamaño. A veces perdemos a una mascota o a un miembro de la familia, que no es algo trivial. En este caso, la sensación de pérdida es mucho más grande, y no puede expresarse. El dolor de una madre que pierde a su pequeño hijo en un parque de diversiones está en un nivel diferente al dolor de perder un teléfono móvil o una billetera. Toda cosa perdida tiene su propia historia y una razón por la que se perdió. ¿Qué dolorosas y desgarradoras historias habrán en el caso de perder a un ser querido?
En la Biblia está escrito que nos perdimos del cielo por nuestros pecados
La mayoría de nosotros pasa inadvertidamente los volantes de los familiares desaparecidos. Es porque pensamos que no es asunto nuestro. Pero en la Escrituras está claramente escrito que nosotros mismos, que estamos en la Tierra nos “perdimos” del cielo.
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Lucas 19:10)

Dios vino a buscar a este pecador a esta tierra
En este versículo, el Hijo del Hombre se refiere a Jesús. El lugar de donde Jesús vino, es por supuesto el reino de los cielos. La razón por la que tuvo que venir del cielo a esta tierra es porque perdió algo precioso en el cielo. Todos saben el hecho de que son los seres humanos los que viven en esta tierra.
No obstante, la expresión acerca de que Jesús los había perdido del cielo es una clara evidencia de que los seres humanos, éramos los que vivíamos con Dios en el cielo. Llamamos ángeles a los que viven en el cielo con Dios. Hemos vivido en el cielo con Dios, en otras palabras, éramos ángeles. ¿Cómo perdió Dios a los que éramos ángeles del cielo y por qué vinimos a la Tierra?
Mateo 9:13 “[…] Por que no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”
Como Jesús dijo: “He venido a llamar a los pecadores”, somos pecadores que cometimos graves pecados contra Dios en el cielo y fuimos expulsados del cielo. Aunque no recordamos nada del cielo, éramos pecadores del cielo que no podían seguir viviendo allí.
La palabra “perdido” implica muchos significados. Jesús no dijo que nosotros, los pecadores celestiales, fuimos “expulsados” sino que nos habíamos “perdido”. La palabra “perdido” no significa simplemente que el objeto de esa palabra no exista más. Esa sola palabra contiene dolor, afecto y añoranza por los que se perdieron. También implica la voluntad de encontrar lo que se había perdido.
Hace dos mil años Jesús vino a la Tierra con la misma apariencia que la de un pecador para encontrar a los pecadores que se habían perdido del cielo y llevarnos de nuevo al reino de Dios. Su llamado ha continuado hasta esta época: el Espíritu Santo y la Esposa, que han aparecido conforme a la profecía de la Biblia, están buscando a “los que se perdieron” del cielo.
Dios apareció como el Espíritu y la Esposa para buscarnos y salvarnos en esta última época
Apocalipsis 22:17 “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
¿Qué podría ser más alegre si nosotros, por casualidad, encontramos algo que perdimos? El inmenso gozo dependerá de lo valioso que sea para su dueño. ¡Cuánta alegría sentirá Dios al encontrar un hijo perdido! Esto se describe detalladamente en la historia de la “Parábola del hijo pródigo” (Lucas 15:11-32).
La “parábola del hijo pródigo” muestra detalladamente el corazón de Dios.

Si volvemos a Dios aprrepintiendonos de nuestros pecados, Dios se alegrará mucho y nos recibirá
Un hijo que abandonó su hogar y desperdició sus bienes viviendo perdidamente se arrepintió de los errores que cometió y regresó a casa. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y corrió a su hijo, y se echó sobre su cuello. Y dijo a sus siervos:
“Mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.”
“Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.”
Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial han venido como el Espíritu y la Esposa en esta última época. Abandonando toda la gloria del cielo, vinieron a la tierra para buscar a los ángeles, a los hijos de Dios que se perdieron en el cielo y guiarlos a la patria celestial. Somos los hijos de Dios que se habían perdido del cielo por sus pecados. Debemos arrepentirnos y venir al Espíritu y la Esposa, a nuestros verdaderos Pastores para recibir la salvación.
14 comentarios
Es increible que eramos ángeles en el cielo. Quisiera volver a mi patria obedeciendo a la palabra del Padre y la Madre celestial!
La Biblia da testimonio de que eramos ángeles antes de venir a esta tierra y Dios mismo vino a esta tierra en cuerpo abandonando toda la gloria del cielo para buscarnos y salvarnos.
Muchas gracias al Padre Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial por venir como el Espíritu y la Esposa para salvarnos en esta época.
Me hizo pensar de la palabra «perdido», la cual contiene dolor, afecto y añoranza por los que se perdieron. Hemos causado ese dolor a nuestros Padres del cielo. Agradezco de corazón a Dios Padre y Dios Madre por el gran amor hasta venir a buscarnos y llevar al cielo nuevamente.
Doy gracias al Padre y a la Madre que nos dan un amor infinito. Aunque pecamos contra Dios, Dios no nos rechaza pero siempre abre sus brazos para darnos un abrazo cálido.
Gracias al Padre y la Madre por habernos dado la salvación y la vida eterna, no merecemos tanto amor y sacrificio. Gracias al Padre y a la Madre.
Gracias a Dios padre y Dios madre
Amen~
Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial han venido como el Espíritu y la Esposa en esta época.
Debemos arrepentirnos y venir al Espíritu y la Esposa para recibir la salvación.
Gracias a Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre~
Nosotros no podemos expresar el amor de Dios Elohim!
Voy a predicar el amor de Dios Padre y DIos Madre!
Les doy gracias a Dios Padre y Dios Madre por dar nos la salvación.
Esta palrabra de Dios nunca he escuhado!!
Guardaremos la Pascua del nuevo pacto, que fue establecida para conceder el perdón de los pecados a los pecadores en el cielo, hasta el fin del mundo.
Dios mismo vino a esta tierra en busca de los perdidos, nos dio el perdón de los pecados a través de su sacrificio y abrió el camino para regresar al cielo. Demos gracias a Dios por tan grande amor, reconozcamos que somos pecadores, arrepintámonos, y hagamos arrepentirse a los que son pecadores así como nos arrepentimos, y volvamos todos juntos al cielo y seamos el gozo del Padre y de la Madre celestiales.
Ya que El Espíritu y la Esposa, el Padre y la Madre celestiales, dicen: “Vengan, y tomen del agua de la vida”, para poder ir hacia Ellos debemos conocerlos. Y es necesario que comprendamos que solo nuestro Padre y nuestra Madre pueden darnos vida eterna. Sin dirigirnos hacia el Espíritu y la Esposa, no podemos hallar el agua de la vida que puede curar a la humnidad.