
Jorge Correa, EE. UU.
Me gustaría compartir la fragancia de Sion y glorificar al Padre Ahnsahnghong y a la Madre celestiales.
El domingo pasado nos reunimos para la predicación a la 1 p.m. como siempre lo hacemos. Mientras predicábamos, recibimos una llamada de nuestros hermanos y hermanas desde la Sion de Richmond (una Casa Iglesia). Nos dijeron que una persona estaba lista para bautizarse. Entonces me alisté y me dirigí a la Sion de Richmond. Ya que allá todavía no hay bautista, por lo general vamos en auto durante dos horas desde Washington D.C. Camino a Richmond, nos quedamos sin combustible, y nos sentimos muy apenados porque alguien estaba esperando su bautismo. Mientras oraba a la Madre para que abriera el camino, decidí ver qué tan lejos estábamos de Richmond, entonces empecé a caminar.
Caminando, un vehículo se detuvo para ver si necesitábamos ayuda. El conductor me preguntó a dónde me dirigía. Le dije que iba a Richmond, y me dijo que podía llevarme a la estación de combustible más cercana. Yendo para allá, comprendí que la voluntad de Dios era que yo predicara a esta persona. Al principio dijo que no podía llevarme de regreso y que solo me dejaría en la estación de combustible, porque tenía que llevar a sus hijos a su madre. Después de conversar con él, la Madre abrió el camino para la predicación, y luego de escuchar acerca de Dios Madre, dijo que me llevaría hasta donde estaba estacionado mi auto. Cuando regresábamos, el Padre Ahnsahnghong y Dios Madre me permitieron testificar valientemente acerca del Espíritu y la Esposa que nos dan vida eterna, y acerca del nombre nuevo que es nuestro Salvador. Cuando estábamos cerca de mi auto, él quedó sorprendido y dijo emocionado: “Nunca escuché el nombre del Espíritu Santo”. Luego me preguntó: “Por favor, quiero preguntarle algo. ¿Quién es Melquisedec en la Biblia?” Cuando me hizo esa pregunta, entendí que ciertamente era la voluntad de Dios. Después de dejarme en el auto, y a pesar de que vivía en Baltimore, que está a cuatro horas desde Richmond, prometió venir a las 6:30 a la Casa Iglesia para estudiar la verdad. Después de llegar a la Sion de Richmond, una hermana nueva estaba esperando su bautismo. Su nombre es Rebeca. Después de bautizar a Rebeca, llegaron las 6:30 p.m. y recibí una llamada de Buagu, que había prometido venir a estudiar. Después de cumplir su promesa y estudiar la verdad acerca del día de reposo, decidió ser bautizado y recibió una nueva vida. Después de esta situación, comprendí qué duro están trabajando nuestro Padre y nuestra Madre celestiales para que llevemos el fruto del arrepentimiento. También comprendí que todavía hay muchas almas sedientas que realmente están anhelando y deseando el agua de la vida que solo nuestro Padre y nuestra Madre pueden darnos. El hermano nuevo Buagu, es profesor de una prestigiosa universidad de Baltimore, Maryland. Realmente quiero agradecer a nuestro Padre y a nuestra Madre celestiales por hacer de cada circunstancia, el correcto y mejor momento para predicar el evangelio. Desde la Sion de Washington D.C. y desde todas las Siones del mundo, realmente queremos darles eterna gratitud, alabanza y honra.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre.
2 comentarios
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Me hace recordar la escena de la Biblia cuando el apóstol Felipe encontró al eunuco de Etiopia y le predicó. La enseñanza de la Biblia se entiende más claramente en la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial ya que es la Iglesia establecida y enseñada por Dios mismo. Toda la duda se aclarará con la Biblia en la Iglesia. La Biblia es la única guía a Cristo.